Desde los tiempos de su publicación inicial, a finales del siglo XIX, la Teoría de Veblen se ha inscrito como uno de los más notables estudios en torno a rasgos específicos de las sociedades contemporáneas. La singularidad de esta obra reside en su materia tanto como en la aproximación que hace a ella. En sus páginas se ensaya una exploración minuciosa de los efectos de la riqueza en el comportamiento social; se trata -según sintetiza el autor del estudio introductorio- de un tratado sobre esnobismo y presunción.
Veblen se propone rastrear la historia de una clase ociosa que necesariamente surge en el desarrollo de las sociedades de modo paralelo a la aparición de la propiedad privada, donde ciertas características, calificadas como virtudes para ciertas clases sociales, adquieren un valor muy distinto –si no inverso– al aplicarse al caso de los ricos. Así, conductas como el consumo derrochador o la improductividad se vuelven objetos de búsqueda; el desempleo, que para las clases medias es opresivo, se vuelve símbolo de éxito o atributo honorable.
Es claro que Veblen tenía un amplio conocimiento de trabajos antropológicos sobre comunidades primitivas, no obstante lo cual hace aparecer su obra no como fruto de la erudición sino antes bien como procedente de la observación cotidiana.
Sin hacer concesión alguna, Veblen toma a la clase acaudalada como objeto estrictamente antropológico, la vuelve su tema como otro abordaría a los pobres o los oprimidos; observa con
agudeza y emprende una lúcida reflexión de sus pautas de comportamiento para luego plasmarlo en un estilo incisivo, con un manejo formidable de la ironía. Deliberadamente controversial, la observación se centra en la sociedad estadounidense de fines del siglo pasado; esto, sin embargo, no limita sus alcances, toda vez que sus observaciones han cobrado cada vez mayor vigencia en tanto que las conductas que analiza, presentes del mismo modo en todas las sociedades, se han acentuado como efecto de la expansión casi universal del sistema capitalista.
A medio siglo de su edición inicial en español (FCE, 1954), esta obra se ha convertido en una referencia ineludible para todo aquel que pretenda acercarse al a nálisis del consumo y los efectos de la riqueza en el comportamiento social y, así mismo, ha llegado a ser una de las obras clásicas del catálogo del Fondo, por lo cual ahora se reedita dentro de la colección Conmemorativa 70 Aniversario de la casa editorial. "Nadie ha leído realmente mucho –sentencia John K. Galbraith– si no ha leído al menos una vez la Teoría de la clase ociosa”.